La limpieza de hospitales es una tarea muy delicada, ya que son espacios llenos de posibilidades de infección por distintos tipos de microorganismos como, por ejemplo, el ya conocidísimo coronavirus. Para evitar que esto suceda es imprescindible realizar una limpieza adecuada del edificio hospitalario y así garantizar a los pacientes, a los trabajadores y a los visitantes una estancia segura.
Los pasos que seguir para una correcta limpieza de los hospitales son los siguientes:
Carrito
Tener un carrito de la limpieza adecuado, que no estorbe en los pasillos ni en las entradas. A la hora de limpiar áreas cerradas como habitaciones, el carrito debe permanecer fuera. Tener el carrito siempre muy organizado y limpio. Disponer también de bayetas organizadas por colores según el área a limpiar.
Organización
Realizar una limpieza comenzando desde las partes más limpias hasta llegar a las partes más sucias, es decir, empezar por los pisos más altos y acabar en los más bajos, mientras que, a su vez, se empieza a limpiar desde dentro de cada piso que toque hacia fuera del mismo. De esta manera no esparcimos la suciedad a los lugares que se mantienen normalmente limpios.
Personal
Tener un personal de limpieza formado en los protocolos de limpieza en un hospital es fundamental y que sepan manejar los productos específicos que deben usarse para esta tarea mucho más todavía.
Supervisión
A su vez, debe haber una supervisión de la limpieza y el personal que se vaya a encargar de ésta, de manera que se garantice que el proceso se está realizando de manera óptima.
Protección
El personal de limpieza de un hospital debe estar siempre protegido a la hora de manipular productos de limpieza y durante la posterior limpieza de las distintas áreas mediante el uso de guantes desechables, mascarillas, un uniforme adecuado y toda la indumentaria necesaria para que puedan trabajar de manera segura.
Ventilación
Se debe tener cuidado con la ventilación, ya que podría ayudar a extender microorganismos por los espacios.
Polvo
No conviene levantar el polvo, para ello se recomienda usar bayetas humedecidas en el producto adecuado al material a limpiar y pasarlo por la zona a tratar, usando una bayeta distinta en cada zona o área. De esta manera se retira el polvo y no se levanta en el aire, ya que esto podría proliferar la expansión de ciertos microorganismos que podrían acompañar las partículas de polvo, llegando a infectar a los pacientes o al personal presente.
Limpieza vs desinfección
El personal debe diferenciar bien entre los procesos de limpieza y de desinfección, sabiendo perfectamente cuándo hay que utilizar cada uno y cómo se realiza de manera apropiada. La limpieza elimina la suciedad, pero no las formas de vida micro bacteriana que pueda encontrarse en ese lugar, en cambio, con la desinfección tras una primera limpieza, se pasa al uso de productos como el cloro, dióxido de cloro, etc., o mediante formas de calor como el vapor de agua, con esto se llega a eliminar esas formas de vida micro bacteriana, lo que ayuda a prevenir del contagio de infecciones y enfermedades como el coronavirus.
Como puede comprobarse, realizar una adecuada limpieza de manera regular de un hospital es una tarea difícil a la par que esencial en tanto que garantiza la seguridad del lugar para su correcto funcionamiento.
Sin embargo, este tipo de limpiezas no todo el mundo puede hacerlas, se necesita de un personal especializado en la materia que sepa cómo hacerlo de la manera óptima para el edificio hospitalario que esté trabajando en ese momento.
Para ello, en Serviman Limpiezas tenemos un servicio de limpieza de hospitales, por lo que podrás encontrar un personal cualificado que sabrá realizar la limpieza del hospital de la manera más pertinente.
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